Adopciones
en adopción Tigre

Mi mamá pertenece a una colonia que está siendo controlada por particulares, y esperaron a que nos tuviera para poder esterilizarla.
Desde que nacimos, mis hermanos y yo hemos estado controlados y vigilados.
Un día, la chica que nos cuida vio que nuestros ojitos empezaron a ponerse malos, y necesitamos tratamiento veterinario.
No dudó en llevarnos a todos a su casa para curarnos.
Todos mis hermanos ya han encontrado familia, y yo sigo aquí, buscando a la mía.
Quiero tener la misma suerte que mis hermanos y ser feliz.
Soy un gato muy bueno, juquetón y súper dormilón.
¿Quieres darme un hogar?
Prometo portarme muy bien.
en adopción Mario

La encontré una noche cuando pasaba por una carretera oscura y decidí llamarla por si me podía hacer caso: yo tenía mucha hambre y me daba miedo la carretera, pues me echaron de una casa y me quedé solito en la calle.
Por eso, me quedé esperando volverla a ver y a la noche siguiente, ella me cogió, me metió en una caja y me subió a un coche.
Al principio, me dio miedo pero pronto vi que estaba a gusto y me daba comida todos los días.
Ahora dice que hay que esperar a que alguien se enamore de mí y me lleve adoptado para hacerlos felices, y a mí eso me parece genial, porque me gusta mucho jugar y me encanta la gente, por eso estoy tranquilo.
Ficha: Bécquer

Pero, por suerte, en una casa de acogida consiguió recuperarse y ahora se comporta como un gato normal. Es tranquilo y un poco asustadizo, pero le gusta mucho que lo acaricien.
Ojalá su enfermedad y su edad no le impidan encontrar un hogar en el que ser feliz y vivir tranquilo. Por desgracia, su acogida es temporal y necesita una familia con urgencia. Solo necesita alguien con paciencia, comprensión y mucho amor para darle. Ojalá no sea condenado sin conocer el calor de un hogar
en adopción Black (& White)

Son unos cachorros muy juguetones, despertando ternura a quien los ve y acaricia. Rescatados cuando corrían peligro en una colonia urbana harán felices a quienes los adopten.
en adopción Drogon

Siendo tan pequeño, era evidente que no iba a poder sobrevivir solito.
De hecho, el pobre gatico se dejó coger sin problema, agradeciendo seguramente estar a salvo en la palma calentita de mi mano.
Le hemos puesto Drogon porque ha empezado ya a comer en cuanto se sintió seguro, y de seguro que va a crecer sano y salvo y grande, como un dragón.
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